Reforma energética, la clave en las elecciones, dice BBVA

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Madrid. El principal “impacto” de las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio en la economía mexicana se verá en los posicionamientos que cada candidato tenga en relación a la reforma energética y si son partidarios o no de seguir “profundizando” en la liberación del sector y en desarrollar la explotación de las subastas de los campos petrolíferos, advirtió el economista jefe del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) para América del Sur, en el informe trimestral sobre la situación de la región. En el documento se advierte que la economía mexicana estará sujeta a lo largo del año a los dos principales riesgos para su futuro: el proceso electoral y el futuro de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos, que a juicio del BBVA sigue “entrampada”.

El BBVA Research identificó en su informe trimestral una serie de factores que favorecerán el crecimiento en América Latina, con lo que en la mayoría de los países decidieron corregir a la alza las previsiones de crecimiento, con la excepción de México y Argentina -que las mantuvieron igual- y de Colombia, que las corrigieron a la baja.

El conjunto de la región podría llegar a crecer a un ritmo de un 1,7 por ciento en el 2018, con lo que se confirmaría la recuperación del crecimiento después de un periodo de decrecimiento, y en el caso de México la previsiones es de un 2 por ciento, condicionado a las turbulencias políticas derivadas de las elecciones y al futuro incierto del TLCAN.

El economista del BBVA, Juan Ruíz, apunto que “en términos de las elecciones creemos que aún es temprano como para que las encuestas digan mucho, a lo mejor a partir de marzo serán más indicativas. Dicho esto es difícil hablar de candidatos. Nos gusta más hablar de políticas. Y donde probablemente vemos más riesgos derivados del proceso electoral son las implicaciones que puedan tener lo que piensen los candidatos sobre las reformas estructurales en México, en particular la que más nos preocupa en términos de crecimiento potencial es la reforma energética. Si se da marcha atrás o no, o si se van a seguir impulsando o no la subasta de campos petrolíferos, que es algo que se ha desarrollado parcialmente pero que se tiene que seguir desarrollando. Así que dependerá mucho de lo que digan los candidatos respecto a esa reforma energética. Creo que es el tema principal en términos de impacto económico sobre las elecciones en México”.

El analista advirtió además que “el elemento político no cambia respecto a lo que teníamos hace tres meses y todavía no lo podemos analizar porque hay mucha incertidumbre sobre la dirección que tenga el resultado en las elecciones. Al igual que el estado de las negociaciones del NAFTA, en el que continuamos teniendo mucha incertidumbre y los escenarios que tenemos no han cambiado demasiado del resultado de esas negociaciones. México ha aceptado aumentar el componente regional para la contabilización de las reglas de origen, pero sigue estando sobre la mesa la petición de EU del componente norteamericano específicamente. Y ahí no ha habido cambio en la parte mexicana. También sigue sobre la mesa el pedido de EU de que se revise cada cinco años y en ese sentido la negociación está tan entrampada como hace tres meses, así que no ha cambiado mucho la percepción de que México y Canadá estén dispuestos a aceptar esas dos propuestas o esas poison pills (propuestas envenenadas)”.

El BBVA también cree que a lo largo del año 2018, la inflación en México se ajustará y no superará el 4 por ciento fijado como límite superior por el Banco de México, de hecho cree que este mismo mes de enero habrá un importante ajuste en el precio de los productos más importantes para el indicador. “En los últimos trimestres se ha registrado en México un aumento de la inflación, sobre todo por la fuerte depreciación del tipo de cambio. En los últimos dos meses se han dado choques de ofertas temporales, con el aumento del gas y de productos agrícolas, como el tomate, pero lo que estamos viendo hacia adelante es que en la medida en que esos choques de inflación sean temporales tendremos una caída de la inflación en enero y sí deberíamos tener una inflación por debajo del 4 por ciento. Lo que sí tenemos en México es una convergencia gradual de la inflación hacia esas metas. En términos específicos para finales del 2018 estamos pensando en una inflación del 3.8 por ciento”.

.jornada.unam.mx