El Victoria’s Secret Fashion Show es uno de los desfiles más esperados y comentados del año. No obstante, es indudable que en esta pasarela las prendas de lencería quedan eclipsadas por las modelos que las llevan, que son- al fin y al cabo-, las verdaderas protagonistas del evento.
Tanto es así que muchos consideran que el despliegue de la firma lencera refuerza unos ideales de belleza inalcanzables. Por ese motivo, un grupo de mujeres han decidido -dos semanas después de que se celebrase el VFS en Sahngai- acabar con los estereotipos que envuelven el cuerpo de la mujer.
El pasado martes las calles de Nueva York se convirtieron en la pasarela de un inesperado desfile protagonizado por un grupo de veinte mujeres de diferentes tallas y etnias, autodenominadas “ guerrilleras de la lencería”, que se pasearon por Times Square en ropa interior. ¿El motivo? Reivindicar la diversidad y demostrar que las mujeres pueden llevar lencería y ser sexis aunque tengan estrías, celulitis o unas medidas que se escapan de los cánones establecidos.
Bautizado con el nombre de “#theREALcatwalk” ( la verdadera pasarela), las fotografías de las mujeres que participaron en el desfile inundaron las redes sociales. Todo ello para, según explicó la activista y modelo Khrystiana en una de las publicaciones, “que todas las mujeres se sientan fortalecidas, fuertes, hermosas. Ningún medio de comunicación debe dictarte cuáles son tus defectos y cómo debes cambiar”.
Según explicó Khrystiana, esta iniciativa no se plantea como un ataque al show de Victoria’s Secret, sino que pretende reivindicar que en el mundo de la moda debería haber lugar para todo tipo de cuerpos. Esta no es, sin embargo, la primera vez que se pretende normalizar la diversidad haciendo referencia al desfile de “los ángeles”.
El pasado mes de noviembre, la modelo de tallas grandes Ashley Graham publicó una fotografía en su cuenta de Instagram en la que aparecía ella en desfile de Addition Elle con unas alas añadidas con photoshop. Junto a la imagen Graham añadió: “Got my wings” (¡Ya tengo mis alas!), y #thickthighssavelives (los muslos gruesos salvan vidas).
Unas expresiones que aparecían días después de que la modelo afirmase en una entrevista que estaba dispuesta a desfilar para Victoria’s Secret porque: “¿Por qué no hay mujeres de tallas grandes desfilando para Victoria’s Secret? ¿No son bellas? ¿No merecen ser representadas?”
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